miércoles, 1 de abril de 2009

Posteo nº100 (ex 2)

Re da, festejar los 100 numeros con un cuento, aqui les va:



Era tarde. Pasadas las 10 y todavia ni siquiera habia tomado el colectivo. Llegaria tarde a esas reuniones inmortales que tenia con sus amigos y no sería la primera vez.
Liam Farrell volvió a observar su reloj, deseando que no fuera tarde, y no podia entender que avatar del tiempo le habia fallado para que volviese a estar tardando tanto.
Ya era absurdo que siempre este llegando tarde. Hasta los días que se habia propuesto llegar a tiempo, algo sucedia: hoy era uno de esos días. Quizas solo era la cosmica mala suerte de siempre.
Ya empezaba a haber pocas personas en la calle, al igual que los autos. Era tarde despues de todo. Y en aquella nefasta vereda, se podia percibir la soledad en la punta de los dedos.
Apoyado en el poste de luz parpadeante de la calle Mills, se veía todo desde otra perspectiva. Toda la materia que fluia a traves del lugar se podia ver con sumo detalle: era como si se observara la verdadera esencia del universo. En este viaje, que solo él comprendia, sentia el poder de la luz en su semblante y desvanecía viejas noches impias que quedaron impregnadas en sus arrugas. Veia a su alrededor figuras geometricas que jamas habia visto, y q todavia no comprendia, reflejando luz hacia el horizonte y más aún.
Un flash penetró en su mente y los ruidos de los que probablemente serían los ultimos autos en pasar, lo devolvieron a la calle Mills. Se detuvo a ver unas personas que pasaron a su lado observandolo: eran dos mujeres de ese grupo salido directamente del manicomio, vistiendo esos nuevos y grotescos trajes a la moda. Las dos le hecharon una mirada que mezclaba tintes de burla, locura y sarcasmo con pasion, enfermedad y satanismo.
Farrell miró su reloj y vio que el inexorable paso del tiempo daria como resultado una gran burla por parte de sus compañeros, quizas deba soportar una vez mas la broma de las alarmas.
Un zumbido extraño paso cerca de su cabeza, en el cielo, y sintio un contingente de almas que atravesaba la noche fugaz. Fugaz como las estrellas que rascaban el cielo. En la calle se levanto una fina niebla que cubrio sus pies y lo arrastro hacia el espacio. Rodeado nuevamente de aquellas figuras oscilantes que estaban magnetizadas a su orbita. No distinguia bien entre todas las luces que veia, se encontraba aturdido y dudaba de todo lo que veia. Era real o... En este punto, Liam no estaba seguro de nada, se concentraba en ver como bailaban en el cosmos las figuras: le gustaba mucho ver un cilindro caleidoscopico que saltaba sin cesar mostrando colores inexplicables. Era dulce como la caricia de la brisa otoñal.
La marcha de los poliedros se detuvo y todos se proyectaron como lasers hacia su cuerpo...
Otra vez, se encontraba apoyado en el poste de luz de la antigua calle, por un minuto creyo que era invisible, pero entonces un extraño le toco el hombro.

-Disculpe, mi joven y perdido amigo.- Era un hombre de mediana estatura que se presentaba como Thomas. -Es muy tarde para estar solo por aqui, le recomiendo que si va a tomar el transbordador espacial, encienda su luz positronica para que el radar lo detecte. A esta hora deben estar pasando los ultimos...-

Miramos al cielo los dos, y vimos las luces de los transbordadores que atravesaban el espacio como estrellas fugaces rascando el cielo.
En silencio, meti mi mano en el bolsillo y encendi la luz positronica.
Ya me encontraba en camino a marte. Creo que no llegaria tan tarde como pensaba...


















Espero q les guste un poco de mi CYBERPUNK


este cuento no tiene titulo por ahora... cual les gustaria q fuera?

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