Yo, como siempre, brazos cruzados y pensando en lo mio.
En eso escucho la voz de un pibe... y yo, pongo las manos cerca de mis bolsillos como si el pibe me fuera a sacar algo. Pero, en cambio, el flaco amablemente me dijo:
-Disculpame, te puedo hacer una pregunta?... La parada del 49.
Obviamente no supe donde estaba, pero por un momento, me di cuenta q no todos se t acercan a pedir monedas.
No todos los lugares son Laferrere
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